Existe, en nuestros jardines y nuestros bosques, una bacteria particularmente beneficiosa para nuestra salud física y mental: la Mycobacterium vaccae. Esta bacteria del suelo, conocida primero por sus propiedades inmunitarias, también es de interés para el mundo científico por sus beneficios para la moral. Este microorganismo, primo de la tuberculosis, es apodada la bacteria de la felicidad. ¡Solo eso! ¿Podría esto explicar por qué te sientes tan bien cuando estás en contacto con la naturaleza y la tierra? Vamos a desenterrar juntos los secretos de este antidepresivo natural.

Mycobacterium vaccae : un microorganismo bueno para el cuerpo y para la cabeza
Mycobacterium vaccae, ¿qué es?
Mycobacterium vaccae es una bacteria del suelo encontrado en casi todas partes del mundo. Un primo cercano de la cepa que causa la tuberculosis, este bacilo común no es patógeno. Incluso es beneficioso para la salud. El es utilizado en medicina para tratar diversas patologías gracias a sus propiedades antiinflamatorias.
Recientemente, cualidades antiestrés de M. vaccaehan sido sacados a la luz. Ahora son estudiados por la comunidad científica y son de mayor interés para los profesionales del bienestar.
Propiedades antiinflamatorias y estimulación inmunológica.
Los mecanismos químicos implicados
La influencia de Mycobacterium vaccae sobre el correcto funcionamiento del sistema inmunitario se ha demostrado desde hace varias décadas.
En el caso de condiciones inflamatorias, por ejemplo, esta micobacteria fortalece la inmunidad y permite el alivio de los síntomas patológicos. Un artículo publicado en el European Scientific Journal de abril de 2019 explica los mecanismos involucrados.
Extracto de la publicación: Al aumentar la respuesta inmune T helper tipo 1 (Th1), la inducción de células T reguladoras, lo que posteriormente conduce a la supresión de las células tipo TH2 y sus mediadores involucrados en el inicio de la inflamación..
Interés en la inmunoterapia
Las propiedades de este microorganismo cautivan al mundo médico. Podría ser utilizado en la prevención de ciertas enfermedades.más o menos graves, en los que interviene la inmunidad:
- alergias pulmonares;
- asma;
- soriasis;
- dermatitis atópica;
- eczema;
- lepra;
- algunas formas de cáncer.
La investigación apunta a desarrollar inmunoterapia en lugar de fármacos intrusivos con muchos efectos secundarios.
Para ello, los preparados a base de Mycobacterium vaccae se llevan a cabo y se estudian mediante modelos de ratón y ensayos clínicos.

Propiedades antiestrés y estimulación cerebral
Virtudes psicológicas descubiertas por casualidad
Es probando un tratamiento contra el cáncer que se han observado los efectos positivos de la bacteria en la psique. Esta serendipia representará el punto de partida para las hipótesis científicas sobre el papel de este organismo telúrico en la regulación del estado de ánimo.
A principios de la década de 2000, la Dra. Mary O’Brien estuvo a cargo de un experimento sobre el tratamiento del cáncer de pulmón basado en M. vaccae para el Royal Marsden Hospital de Londres. Obtuvo resultados sorprendentes publicados en 2004. Administrada como estimulante del sistema inmunológico, M. vaccae mejora el sistema inmunológico de los pacientes, pero también su salud emocional, vitalidad y funciones cognitivas.
La bacteria de la felicidad actúa sobre la secreción de serotonina
En 2007, tras los hallazgos inesperados de Mary O’Brien, Christopher Lowry, de la Universidad de Bristol, continuó el trabajo de investigación.
El médico y neurocientífico destaca la capacidad de la bacteria para reducir la ansiedad al potenciar la producción de serotonina y norepinefrina. M. vaccae funciona como un antidepresivo al aumentar los niveles de la «hormona de la felicidad».
Extracto del artículo de Christopher Lowry publicado en la revista Neuroscience en mayo de 2007: Descubrimos que la activación inmunitaria periférica con antígenos derivados de la bacteria saprofita no patógena Mycobacterium vaccae activaba un subconjunto específico de neuronas serotoninérgicas.
En 2010, un segundo estudio confirmó estos resultados. El trabajo realizado por Dorothy Matthews y Susan Jenks del Sage College de Nueva York demuestra mediante pruebas en ratones que el bacilo aumenta la velocidad de aprendizaje y reduce la ansiedad.
La naturaleza está bien hecha: ilustración con las bacterias de la felicidad
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La hipótesis higienista
El microorganismo telúrico ilustra perfectamente las interrelaciones beneficiosas entre los seres vivos y su entorno. Sus beneficios fisiológicos y psicológicos respaldan las teorías higienistas que afirman que los estilos de vida higienizados socavan nuestro sistema inmunológico.
Desde el siglo pasado en los países más desarrollados, nuestras sociedades han cambiado profundamente. Hay una decadencia flagrante en la forma de vida rural. Al mismo tiempo, existe una correlación entre el aumento de los fenómenos alérgicos y la regresión de la tuberculosis. Esta observación da lugar a la “hipótesis higienista”, propuesta por primera vez por el científico británico David Strachan en 1989.
Esta teoría establece que falta de exposición a gérmenes durante la infancia conduce a una deficiencia del sistema inmunitario provocando un aumento de los casos de alergias y asma. Más adelante se afinará esta propuesta. Esto se conoce como la teoría de los «viejos amigos» o la «hipótesis de la higiene revisada».

La teoría de los “viejos amigos”
El trabajo de Graham Rooke complementa el de Strachan. Según la hipótesis que desarrolló en 2003, no es la exposición a gérmenes patógenos lo que nos falta, sino el contacto insuficiente con “viejos amigos”.
Se trata de microorganismos presentes en nuestro entorno desde el principio de los tiempos con los que hemos coevolucionado. Al interactuar con todo nuestro cuerpo, desde los pulmones hasta el cerebro y los intestinos, son los precursores de múltiples procesos químicos favorables a la salud física y mental. Se ha demostrado que ayudan a regular nuestro sistema inmunológico y suprimen la inflamación inapropiada.
Mycobacterium vaccae es uno de esos aliados ancestrales. Tiene una función clave en la inmunorregulación.
En términos más generales, la investigación en torno a la «teoría higienista» muestra el papel del microbioma y su importancia en la prevención de enfermedades inflamatorias y trastornos de ansiedad. Se están desarrollando formas de inmunoterapia.
Desde principios de la década de 2000, se estudian vacunas a base de micobacterias para el asma y las alergias.
Recreación en la naturaleza que genera bienestar y contacto con “buenas bacterias”
Al conectarnos con la naturaleza, somos mejor equipados para combatir enfermedades y nos sentimos mejor con nosotros mismos.
La «bacteria de la felicidad», que se encuentra principalmente en el suelo, te transmite sus virtudes cuando estás en contacto con la tierra. Entra en su cuerpo por inhalación. Llega al tracto digestivo, donde se produce la serotonina.
Aquí hay dos actividades que se adaptan perfectamente para facilitar las interacciones con bacterias buenas y ser buenas para nuestra salud.

Jardín
Arreglar tu jardín o mantener un huerto orgánico es sin duda la mejor manera de respirar las bacterias beneficiosas. La tierra se remueve y tus manos están en contacto directo con ella.
El microorganismo no es el único beneficio de la jardinería.
Los beneficios de la jardinería también se basan en estar al aire libre, ocupar la mente, hacer ejercicio, hacer algún hobby, cultivar alimentos, etc.
La jardinería es también una excelente actividad familiar para concienciar a los niños sobre el medio ambiente.
Sin embargo, tenga cuidado de respetar los ecosistemas eligiendo variedades locales y prohibiendo el uso de productos nocivos.
Camina en el bosque
Si no tienes un jardín, nada te impide caminar por el bosque.
Recoger setas fomentará la inhalación de «viejos amigos» y evitará la tristeza otoñal.
Además del encuentro con las famosas bacterias, el ambiente del bosque es particularmente relajante..
Hacer algún esfuerzo físico al aire libre es en sí mismo beneficioso. El contacto con la fauna y la flora silvestres completa la acción de Mycobacterium vaccæ. Los fitoncidios emitidos por los árboles también estimulan su sistema parasimpático.

Mientras esperas a encontrar la bacteria de la felicidad en cápsulas en la parafarmacia, toma un poco de aire. ¡Tienes todo para ganar! Nunca olvides que la naturaleza siempre será nuestro mejor modelo a seguir.
Artículo invitado escrito por Melody Rabiet