El concepto de pensamiento abstracto supone la capacidad de crear ideas y conceptos aplicables únicamente a la raza humana. Los animales, incluso los más inteligentes, no son capaces de pensar de manera abstracta y el desarrollo de esta línea de pensamiento se forma exclusivamente con la edad.
Las personas que son capaces de desarrollar el pensamiento abstracto pueden encontrar soluciones originales a los problemas e incluso plantear situaciones hipotéticas que les permitan anteponerse a situaciones difíciles o problemas inesperados.
No todas las personas son capaces de desarrollar este tipo de pensamiento ya de por sí complicado de sintetizar porque requiere desligarse parcialmente de la realidad para encontrar la respuesta en lo no perceptible o no visible a los ojos.
Para desarrollar el pensamiento abstracto deberemos trazar una línea que nos separe de los conceptos reales como pueden ser las imágenes y todo lo perceptible o sobre lo que tenemos consciencia y que al mismo tiempo nos une con la imaginación y todas aquellas ideas que no son reales pero podemos materializar con el pensamiento, un ejemplo claro de pensamiento abstracto sería la idea de Dios, que todos podemos materializar en nuestras mentes de una forma u otra inducidos por la religión, la historia y la cultura.
El pensamiento abstracto nos sirve para ahondar más profundamente en los detalles y poder ver más allá de lo que podemos ver, sentir o tocar creando nuevas ideas y potenciando al mismo tiempo el pensamiento creativo que nos conduzca hacia soluciones nunca planteadas con anterioridad.
¿Se puede aprender el pensamiento abstracto?
Los psicólogos han creído desde hace tiempo que la capacidad de pensar de forma creativa es limitada para algunas personas mientras que para otras es innata, por lo que no se puede inducir a todo el mundo a pensar de una determinada manera, pero en la actualidad, existen talleres de capacitación para desarrollar la creatividad y el pensamiento creativo a través de actividades y ejercicios específicos que nos ayudarán a descubrir nuestras capacidades y a trabajarlas en la dirección correcta.